Fluidez de la sangre



Burbuja del vino rojizo
tortura de un sabio mezquino
fláccido como la calma
herido quien ama.
Y no pienses en blanco
pues en nada te esfumas
cuando reís blasfemas.
Y no acaricies al miedo
ni te quedes dormido
que sirve el alivio
en la noche en que supiste
la verdad de la sangre hirviendo.
Tortura de un sabio mezquino
que recuerda el aroma
de la muerte
de la sombra que niega
la existencia
de su gran apariencia.
Burbuja del vino rojizo
que embriaga tu destino
como la última acuarela
que define al esqueleto grotesco
bajo letras sátiras
de la piel que derrite
de las tripas que se hinchan
pero la sangre es eterna.
Y no refugies la piedad
ni te lamentes por la edad
que no te sirve la distancia
en el día en que decidiste
desenmascarar.

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